Manos que oran
¿Un sacrificio?
Las manos son el reflejo de nuestra vida, son un mapa que muestra nuestras experiencias, nuestro trabajo y salud; además, son uno de esos detalles que uno no puede controlar y terminan reflejando cómo nos sentimos: un ligero temblor por emoción, nerviosismo o incluso ansiedad.
Las manos son, en gran medida, el mejor instrumento que se tiene para llevar a cabo las pasiones, se trate de un músico, pintor, escultor o incluso cirujano. La obra de Albrecht Durer pereciera ser tan sencilla y compleja a su vez que ha sido motivo de admiración y estudio en la historia del arte.
El dibujo muestra dos manos masculinas rezando con mangas parcialmente remangadas, técnicamente eso es todo. No obstante, en un aspecto subjetivo tiene algo que nos encanta e hipnotiza lo suficiente para querer entender la historia detrás de la obra.
El origen y motivación de la obra ha sido muy debatido a lo largo de los años, por un lado, unos aseguran que es un boceto para manos de un apóstol que se utilizaría en el panel central del tríptico titulado Retablo de Heller, sin embargo, hay otra historia que ha sido la favorita por la comunidad artística.
Se dice que en la ciudad de Nuremberg vivía una familia numerosa y de pocos recursos, el padre trabajaba en las minas para poder mantenerlos lo suficiente, pero dos de los hijos tenían el sueño de ser artistas. La familia no podía mandar a ambos, por lo que lanzarían suertes para determinar quién iría primero a la academia, así, una vez que el ganador terminara sus estudios y vendiera sus obras, regresaría a pagar los estudios del otro hermano.
Se rumorea que el ganador fue Albretch Durer, y logró cumplir su sueño de ser uno de los grandes pintores de toda la historia. Cuando completó sus estudios regresó a cumplir el acuerdo, sin embargo, se encontró con un hermano que había destrozado sus manos trabajando en las minas. Impotente y agradecido, se dice que pintó esta obra retratando las manos de su hermano y su gran sacrificio.
Aunque se trata de una historia conmovedora, nadie puede asegurar su origen y gran cantidad de personas afirman que es falsa. Sin embargo se ha convertido en un referente del sacrificio y amor al otro, que la historia ha persistido. Cuando una obra trae tanta paz a una persona ¿quién es uno para decir que es falso?
El arte refleja los estados del alma, no solo de quien pinta, sino de quien lo ve; es por eso que cada obra es diferente según los ojos quien la vea. Se dice que pintar manos es de lo más difícil anatómicamente, yo pienso que pintar manos que reflejan una historia o creencia es lo más sublime en el arte.
Haya sido un boceto o sea un tributo a su hermano, esta obra será reconocida en la historia por la ideología que cada persona le atribuye.