Mujer delante de su casa
Viaje al pasado holandés.
Jan Mankes fue un pintor holandés que se veía que amaba el arte de su país. Al ver pinturas como esta Mujer delante de su casa no podemos evitar recordar obras pretéritas como La callejuela de Vermeer u otras de su vecino Pieter de Hooch, que presentan esa inconfundible luz holandesa que Mankes quiso recuperar bien entrado el siglo XX.
Mientras sus colegas de generación se metían de lleno en el Constructivismo, el Expresionismo e incluso se inventaban el Neoplasticismo, el bueno de Mankes se largó a la zona más rural de los Paises Bajos para estar solo y pintar cabras, conejos y buhos (de hecho tenía un buho en casa) y crear obras tan clásicas como esta antes de morirse de una tuberculosis galopante.
Clásicas aparentemente, claro. Si nos fijamos, hay cierta cualidad abstracta en esta pintura, y con esos planos verticales y horizontales hasta nos puede recordar compositivamente a su paisano Mondrian.
Muchos califican la obra de Jan Mankes de «Realismo Simbólico», aunque poco tiene su pintura de realista y de simbolista, pero como usaba la técnica de la veladura, su pintura tenía una especie de transparencia, de brillo irreal. Es el caso de esta Mujer delante de su casa, una obra irreal, atemporal, mágica.