Ansiedad
Munch practicó un simbolismo que en el futuro se conoció como expresionismo.
La enfermedad, la locura y la muerte fueron los ángeles que rodearon mi cuna y me siguieron durante toda mi vida.
Bonitas palabras del pintor escandinavo. Podemos así llegar a entender su pintura, tan extraña y perturbadora que incluso se aconsejó a las mujeres embarazadas no ver sus cuadros.
En efecto al arte de Munch lo marcaría un padre excesivamente severo, una infancia enfermiza y el trauma infantil de presenciar la muerte de su madre y una hermana. Quizás su alcoholismo tampoco ayudó.
Varios psiquiatras/historiadores del arte afirman que el pintor sufría de trastorno bipolar, como Van Gogh, pero en noruego. Quizás por eso empezó a pintar así.
Sea como sea, esto hizo avanzar otro paso al simbolismo hasta convertirlo en lo que en el futuro se conoció como expresionismo, movimiento que tan bien ilustra el alma humana.
Aunque aquí, lejos de ser individualista, Munch explora y reflexiona en torno a temas que involucraban a la sociedad. «Ansiedad» (ya el título nos da una pista) refleja el sentir de una colectividad desequilibrada que vive bajo el yugo de la incertidumbre del mundo moderno, algo parecido a lo que ocurría con la similar «Anochecer».
Recordemos otra cosilla que aquejaba al artista: un gran terror a las multitudes.
El pintor muestra un evento apocalíptico e irreversible en el que las personas deambulan hacia su propia muerte, con el cielo del atardecer teñido de rojo sangre, mientras atraviesan una ciudad que ya no es suya.