Naturaleza Muerta
Silencio visual.
Muchos consideran a Morandi aburrido. Es algo hasta casi lógico… Casi todos sus cuadros tienen el mismo título: Natura Morta y casi todos el mismo tema: cacharros ubicados en un espacio. Apenas varió en toda su carrera.
Sin embargo, Morandi tiene fervientes admiradores, y entre los mayores fans están, por supuesto, otros pintores. Porque nadie como Morandi hace ver los conceptos fundamentales de la pintura: una pintura que muestra sus mecanismos, sus costuras y que no duda a veces en mostrar sin vergüenza sus propias limitaciones.
En toda su producción pictórica vemos lo mismo: austeridad, sencillez, silencio (que al parecer también es susceptible de pintarse), armonía, repetición, ritmo, poesía, misterio… Sin embargo cada cuadro es distinto.
Los objetos dialogan en silencio. Son individuales, pero forman parte de un todo, y cada todo es radicalmente diferente.
Como en los bodegones de Cézanne, Morandi va más allá de lo visible. Es casi filosofía. Es casi música. La pintura de Morandi es materia, pero parece también inmaterial.
Morandi realiza un arte clásico. Se disfraza de humilde artesano y parece huir de la modernidad. Pero más bien es el paradigma de la evolución de la sensibilidad moderna. Otra vuelta de tuerca a lo visible, otra demostración de que es una estupidez eso que oímos de vez en cuando sobre que la pintura ha muerto.