La concha
Un motivo primitivamente atractivo.
Francia, 1912
Un excelente bodegón, en el que Redon elimina cualquier referencia al espacio que rodea a la protagonista, una colorida caracola rosada traida de las Seychelles que el pintor tenía sobre su chimenea.
Un motivo para pintar como cualquier otro, aunque este caparazón marino es increíble y primitivamente atractivo… Es evidente que las sugerentes formas de este molusco aluden a un órgano sexual.
El simbolista Redon era contemporáneo de los impresionistas, pero a él tanta superficialidad, tanta lucecita y colorín como que no le interesaba. El era más de significados ocultos y rollo más oscuro.
Esa imaginación y originalidad lo relaciona con otros artistas “por libre” como el Bosco.