Perseo con la cabeza de Medusa
Manieras de vivir.
El Perseo de Cellini demuestra que con el arte, se saca belleza hasta de los actos más atroces, como puede ser una decapitación. Perseo nos muestra la cabeza de la Medusa mientras a sus pies está el resto del cadáver.
La sangre sale del cuello de la cabeza cercenada (algo muy complicado en escultura en bronce).
Uno de los —muchos— orgullos de la ciudad de Florencia, la estatua se puede admirar en la plaza pública, siendo considerada una alegoría política sobre la victoria de Cosme I de Medici sobre los republicanos.
Al parecer, Cellini (también escritor, y autor de una suculenta autobiografía) usó de modelo a uno de sus ayudantes:
Solo tenía unos malos aprendices, entre los cuales había uno muy hermoso; era hijo de una meretriz llamada Gambetta. Me serví de aquel muchacho para copiarlo, porque no tenemos otros libros que nos enseñen el arte, sino la naturaleza. [1]
Podemos ver claramente como lo clásico se abandona.
Aquí hay contorsionismo, violencia, erotismo incluso… es evidente que el Renacimiento había evolucionado a algo más complejo.
Se representa a la maniera de los clásicos del Renacimiento, pero ya es obvio que se quiere marcar un «estilo», una personalidad propia del artista.