Profecía
Los colores hablan.
Lee Krasner, aunque popularmente conocida como «la mujer de Jackson Pollock», fue una de las pintoras más influyentes del Expresionismo Abstracto americano. Experimentó con la pintura durante toda su vida, cuanto más vivía, más cuadros pintaba. Imagino que eso explica por qué siempre me han emocionado las obras de esta pintora americana, sus vivencias y sentimientos plasmados en un lienzo como quien escribe un diario.
Este óleo, Profecía, de estructuras fluctuantes delineadas en negro y ligeramente rosáceas, sugieren formas corporales hasta el punto que podemos distinguir un pie en esta obra propia del expresionismo abstracto. Es innegable la influencia del cubismo que Krasner obtuvo durante sus años en la Hans Hofmann School de Nueva York, fácilmente reconocible en las formas del cuadro. Pero, algo esconde esta pintura que me inquieta, ¿quizás esta mezcla de negro y amarillo? Los colores reflejan como la compleja relación entre Krasner y Pollock se encontraba en un momento delicado, pues, según la psicología del color, la combinación de estos dos colores significa la infidelidad, entre otras muchas connotaciones negativas.
Semanas después de pintar Profecía, Krasner recibió la noticia de que su marido había fallecido en un accidente de tráfico junto a otra mujer y su amante, única superviviente del accidente. ¿Predijo Lee Krasner en su Profecía la tragedia?
Sea como fuere, Krasner no dejó de pintar, se refugió en su arte para seguir explorando y reinventando modos de expresión a través de su pintura y de sus vivencias.
«Pintar no es algo ajeno a la vida. Es la misma cosa. Es como si me preguntan si tengo ganas de vivir. Mi respuesta es sí y por eso pinto».