Centro blanco
Desgraciadamente para esta web, las obras del pintor hay que verlas en persona.
Año 2007: la casa de subastas de Sotheby’s vende este Rothko en Nueva York por 72,84 millones de dólares, alcanzando en su momento el récord como la pintura más cara jamás vendida.
«Centro Blanco» había sido de Rockefeller (la había comprado por 8500 dólares), pero un nuevo y anónimo comprador se hizo con esta carísima obra para consumo privado.
Mark Rothko es considerado junto a Pollock uno de los grandes artistas del expresionismo abstracto. Pero a diferencia de éste, Rothko no llenaba el lienzo de violentas manchas y pinceladas gestuales. El artista quería transmitir precisamente lo contrario. Quería lo espiritual.
Sus enormes lienzos (imprescindible verlos en persona) están formados por grandes campos de color que absorben al espectador hacia ellos. Lo meten dentro.
Las manchas de Rothko flotan sobre un fondo de color puro, sin huellas de pinceladas, ni marca alguna del autor y esto provoca en nosotros el ambicioso objetivo de Rothko: expresar las más básicas emociones universales.
Un pintor excesivamente sensible que acabaría suicidándose agobiado, justo después de pintar una serie de cuadros parecidos a este «Centro Blanco», pero con acrílico negro.