
Retrato de Anna Roslund
El periodo más introspectivo de la Münter.
Este retrato de 1917 refleja el periodo más introspectivo de Gabriele Münter, marcado por su estancia en Escandinavia durante la Primera Guerra Mundial. Anna Roslund, escritora, música y figura clave en la vanguardia escandinava, se convirtió en un símbolo de las mujeres modernas e independientes de principios del siglo XX. En el retrato, su postura relajada, con un brazo apoyado y una pipa en la mano, denota una mezcla de confianza, introspección y audacia.
La relación de Münter con Roslund fue cercana y se vio enriquecida por la afinidad artística e intelectual entre ambas. Este cuadro combina el interés de Münter por explorar estados emocionales con una paleta rica en colores vivos, destacando el uso de contornos oscuros que delinean las formas y crean un efecto casi gráfico. La mirada pensativa de Roslund, junto con su gesto relajado, captura la esencia de una mujer que desafiaba las expectativas tradicionales.
En esta obra también se intuyen los efectos de la ruptura sentimental entre Münter y Wassily Kandinsky, que dejó una profunda huella en su obra. Si bien la pérdida de Kandinsky fue dolorosa, este periodo permitió a Münter replantear su lenguaje artístico, adoptando influencias de Matisse y de los artistas escandinavos. El resultado es un retrato que no solo muestra a Roslund como una mujer moderna, sino que refleja el estado emocional y la evolución personal de la propia Münter.