Romeo y Julieta en el balcón
“¡Adiós, adiós! Un beso y voy a bajar.”
Frank Dicksee, pintor de gran talento, heredó el interés artístico de su padre, Thomas Francis Dicksee. Este estaba especializado en los retratos femeninos, y la mayoría de sus pinturas estaban relacionadas con William Shakespeare y algunos de los personajes más populares de sus obras. Haciendo honor a su progenitor, Frank Dicksee también realizó varias obras relacionadas con el célebre autor inglés. Como, además de pintor, era ilustrador, en la década de 1880 creó diversas ilustraciones para una edición de lujo de Romeo y Julieta, y sus propios dibujos le sirvieron para crear cuadros como este.
Dicksee representa aquí a los famosos amantes en el final de la escena del balcón (Acto III, escena V), cuando el joven Romeo debe partir de la ciudad de Verona, desterrado, por matar a Teobaldo, el primo de Julieta. La pareja ni siquiera sabe si se volverán a ver, por eso es un beso mucho más intenso, porque podría ser el último, es aquí cuando Romeo pronuncia la frase: «¡Adiós, adiós! Un beso y voy a bajar.»
Vemos el bello balcón de la habitación de Julieta, con algunas plantas, una de ellas se enrolla en una columna salomónica, la luminosidad del cielo, en el que amanece un nuevo día. Los amantes se abrazan y se besan, Romeo tiene ya una pierna fuera del pedestal, listo para saltar al jardín de los Capuleto sin ser visto.
La estética de la pintura recuerda mucho al movimiento prerrafaelita, pese que Dicksee no formó parte de esta hermandad, aunque la invoca mediante su manera de pintar y ese sentimentalismo victoriano.
En algunas encuestas recientes, esta obra ha sido elegida como la pintura inglesa más romántica. No podemos evitar simpatizar con estos célebres amantes, condicionados por la rivalidad entre sus familias, y su desdichado final en la que tal vez sea una de las tragedias más importantes de Shakespeare y de la historia de la literatura universal.