Un mundo
Esta artista carismática se crea su propio mundo.
El imaginario que Ángeles Santos representa en este lienzo de grandes dimensiones es un producto de la incipiente calidad artística de una joven de dieciocho años, tras haber recibido sus primeras lecciones de pintura en Valladolid. La magnitud de la obra que compone y su precisa ejecución despertarán el interés de grandes barones consagrados al vicio del intelecto –Jorge Guillén, Lorca, Ramón Gómez de la Serna–, propulsando las buenas críticas hacia su trabajo y su persona.
En el año 1997 el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía adquiere esta pieza, que caerá en el olvido en las profundidades de sus almacenes hasta no hace mucho. De un tiempo a esta parte, la línea discursiva sobre las vanguardias históricas que se puede contemplar en las salas de la colección permanente de dicho museo ha decidido incluir diferentes obras de esta pintora prolífica que marcaría un capítulo de nuestra historia del arte, tal como sus contemporáneos Salvador Dalí, Maruja Mallo u Óscar Domínguez.
Junto a la literaturidad que encierra el lienzo –para mayor exactitud apuntaremos que son dos lienzos ensamblados– podríamos decir que está próximo al realismo mágico; además, la fuente poética que lo inspira procede de unos versos de Juan Ramón Jiménez.
Como apunta en el título, vemos representado sobre la tela un mundo que huye de la forma esférica hacia lo cúbico, rodeado por diferentes figuras femeninas marchando en una extraña procesión. El fuego que algunas de ellas toman prestado del sol sirve para iluminar las estrellas, componiendo así una metáfora sobre la sexualidad de los ángeles, mientras cerca del espectador, en el margen inferior derecho, cinco mujeres acunan a sus vástigas al son de la mezcla musical que emite la fusión del instrumento de viento con el de cuerda.
Una mujer, Ángeles Santos, que pinta Un mundo pagano, probablemente incomprensible, seguro inimaginable y tildado, por qué no, de surrealista en su fondo y concepción –concepción, huelga decirlo, adelantada a su época–.