Museo Reina Sofía

Una de las poquísimas razones para vivir en una gran ciudad, en este caso Madrid, es por tener cerca museos como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. El Reina Sofía es una visita obligada para los amantes del arte por varias razones pero sobre todo por su increíble colección de arte del siglo XX y arte contemporáneo, en concreto la reina de la colección (nunca mejor dicho), el famoso Guernica, más visitado que nunca ahora que se pueden hacer fotografías y selfies.

Un antiguo Hospital neoclásico del siglo XVII en Atocha se convirtió en museo y forma hoy parte del Triángulo del Arte madrileño, albergando pinturas y esculturas de cientos de artistas que aparecen en esta humilde web, de Picasso a Rothko. Hay otro edificio más moderno (así son el Sabatini y el Nouvel) y juntos cuentan con más de 20000 obras, de las que se expone aproximadamente un 6%. Aún así, no os hacéis una idea de la cantidad de kilómetros que se pueden hacer viendo joya tras joya. De vez en cuando hay asientos. ​

Por cierto, llama la atención su forma de ordenar las obras, nada cronológica y colocado por salas temáticas. Puede gustar o no, pero este orden está argumentado, aunque suponemos que acabará cambiando con los años.

Otro acierto del museo son sus exposiciones temporales, que a veces pueden quitarle protagonismo a la colección permanente, y que van de retrospectivas y antológicas muy populares de artistas estrella a muestras sobre grupos o peridos super-relevantes de la historia del arte.

La entrada al museo es bastante asequible — aunque eso claro, depende de cómo y quién lo mire— pero desde HA! siempre recomendamos entrar gratis en los sitios, en este caso de 19:00 a 21:00 h. Martes cierra. Sea como sea, id con alguien que queráis mucho y sacad la app de HA! para quedar bien hablando de la obra de turno.

Es un museo público, algo que está muy bien, aunque ya sabéis que cualquier día lo privatiza algún hijoputa. Cosas más raras se hicieron ya en Madrid. Estad atentos por si acaso, que la mayoría de obras de arte que hay en el Reina Sofía son de todos.

Merece mucho la pena ir, no solo por ver el Guernica, que también, sino por todas las obras que tenéis aquí abajo: