Versolaris
Ahí va la hostia!
En el País Vasco, el Bertsolari es la persona que compone versos de forma improvisada. Un transmisor de poesía oral… Un rapero de la época.
Valentín de Zubiaurre ilustra a un grupo de vascos típicos recitando versos. La ironía es que el pintor era sordo (al igual que su hermano Ramón) y ambos eran hijos del compositor también llamado Valentín de Zubiaurre. Curioso que un padre músico tenga dos hijos sordos, aunque tanto Valentín como Ramón canalizaron su talento en el arte de la pintura.
Valentín se especializó en representar al pueblo llano, pero lo elevó a estampa noble, con formatos enormes para mostrar frisos de gentes de tipología vasca. En plena época de Vanguardias, Zubiaurre apuesta por el naturalismo para hablar de «un tiempo que se pierde en el auge de la modernidad».
Bertsolaris es una escena rural típica de Euskal Herria, con hombres y mujeres participando en la cultura popular. En torno a unas mesas, con unos vinos y frutas (el pintor aprovecha para meter naturalezas muertas), se produce el recital poético y Valentín de Zubiaurre acentúa la teatralidad de los personajes, la expresividad de sus caras y manos. Fijaos en esas dos mujeres de la izquierda. Quizás por su sordera, quiso amplificar la musicalidad de forma visual, como en las pelis mudas.
Valentín también mete un paisaje de fondo, bañado en una luz melancólica, quizás inspirado en el Simbolismo que mamó de la pintura del siglo XIX.