Bernardo Strozzi
Italia, 1581–1644
Bernardo Strozzi, apodado il Cappuccino, fue uno de los más interesantes (e injustamente desconocidos) pintores del barroco italiano. Sus cuadros, de temáticas sorprendentemente diversas y en algunos casos revolucionarias, muestran una evidente influencia de Caravaggio (¿qué barroco no se vio influido por el genio…?), pero también de los maestros del norte como Rubens e incluso españoles como Velázquez, que visitó Génova en 1629.
Fraile capuchino (franciscano) nacido en Génova, dejó los hábitos para cuidar a su madre cuando su padre murió. Esto era ilegal, ya que para practicar la pintura había que tener formación o asociarse al gremio local, por lo que el artista incluso tuvo que ingresar brevemente en prisión.
Los frailes querían que volviera a la orden al morir su madre, pero Strozzi ya había encontrado su camino: el arte, por lo que huyó a Venecia para evitar la cárcel o el monasterio. Para Strozzi suponía lo mismo.
Con Caravaggio siempre presente, Strozzi fue encontrando su estilo personal, menos oscuro, más veneciano, e incluía todo tipo de escenas y retratos: bíblicos, alegóricos, costumbristas… Se ve en buena parte de su obra que era un gran aficionado a la música, y retrató desde músicos de gran fama (Claudio Monteverdi) o otros más populares o directamente de taberna.