Franz Sedlacek
Austria, 1891–1945
Franz Sedlacek, «el pintor del crepúsculo». Químico, soldado en las dos guerras mundiales e inusual artista, se inició en la Sezessionsstil de Viena, pero muy pronto su arte derivaría en estética y temáticas muy distintas, acorde a los oscuros tiempos que le tocó vivir. La mayoría de sus colegas ni siquiera sabían que era pintor. De noche… de día era un científico funcionario.
Sedlacek sólo tuvo un solo profesor: él mismo. Un autodidacta radical que se formó en el Museo de Historia del Arte de Viena, observando a los antiguos maestros. Aprendido el arte del dibujo, se metió en el dibujo satírico en periódicos de los años 20 (para su vergüenza, dejó varias caricaturas antisemitas) y también la ilustración para libros de Poe.
También se metió en el óleo. Sus pinturas tienen una intensidad casi mágica. Como químico experimentó con esmaltes y técnicas varias para dar a sus pinturas ese acabado tan especial. Pinta paisajes, a veces tomando ideas de Friedrich (gente de espaladas). Desde luego el Romanticismo de este y otros autores debió ser una de sus influencias.
Hizo uso de una luz casi teatral, casi expresionista. Luces nocturnas y crepusculares daban esas atmósferas inquietantes, premonitorias de algún desastre, como de hecho lo fueron: combatiendo en la Segunda Guerra Mundial, Sedlacek desapareció en 1945. Capitán de la Wehrmacht, luchó contra el Ejército Rojo en esos últimos momentos del —por ahora— último Reich, pero su cuerpo nunca fue encontrado.