Franz Xaver Messerschmidt
Alemania, 1736–1783
Franz Xaver Messerschmidt fue un escultor alemán que creó sus retratos entre los periodos barroco y neoclásico. Trabajó en la corte de Austria hasta que empezaron sus problemas mentales. Es ahí cuando empezó a crear sus Kopfstücke, unos bustos modernísimos con expresiones faciales extremas.
Messerschmidth fue formado en la escultura por su tío. Pronto encontró trabajo como escultor para la emperatriz María Teresa, su marido, y demás familia real. Obras barrocas tardías que posteriormente darían paso a otras neoclásicas para la Academia de Viena. Franz Xaver tomó influencias de la República Romana.
Pero en los años 70 del XVIII Messerschmidt empezó a sufrir paranoia y alucinaciones. Problemas mentales que afectaron a su trabajo: sería expulsado de todas partes y no pudo volver a dar clases. El escultor se fue a vivir al pueblo de Presburgo, donde empezó los bustos de caracteres, que son por los que hoy es principalmente recordado.
Usándose a sí mismo como plantilla esculpió 69 bustos que representan 64 expresiones faciales muy exageradas, unos selfies que aún hoy sorprenden por su expresividad. Los Kopfstücke de Messerschmidt fruncen el ceño, se burlan, se ríen… Son maravillosas piezas de arte académico y a la vez vanguardista.
El psicoanalista Ernst Kris escribió dos tratados sobre Messerschmidt, concluyendo que sufría de esquizofrenia paranoide. Algunos expertos creen que pudo haber tenido la enfermedad de Crohn. Fuera de intestinos o de cabeza, su mal fue acabando poco a poco con su salud. Pero la locura del artista no le hace sombra a su visión iconoclasta y el dominio de la forma.