Gino Severini
Italia, 1883–1966
Gino Severini fue un destacado futurista italiano, aunque desde luego también le tiraba el cubismo. De hecho, Theo van Doesburg llegó a definir el estilo de Severini como psychisch kubisme (cubismo psíquico). En realidad Severini era un vanguardista militante en esos primeros años del siglo XX.
Precisamente ese impulso hizo que se marchara a Francia y en París vivió de primera mano el inicio de las vanguardias históricas, junto a los demás artistas de Montmartre. Ahí se interesó por el cubismo, pero unos años después, en 1910 firmó el Manifiesto de la Pintura Futurista junto a los pintores Umberto Boccioni y Carlo Carrá.
Como pintor futurista exploró pictóricamente el dinamismo y la velocidad, y se interesó por un concepto difícil de traducir en pintura: el tiempo. De alguna manera, en su obra funde espacio y tiempo mediante el uso de la luz y el color. Como los impresionistas unos años antes, la luz era fundamental, pero Severini la veía como energía.
Con el comienzo de la Primera Guerra Mundial se volvió cada vez más clásico e incluso empezó a pintar obras religiosas. En 1916 escribió Du Cubisme au Classicisme, donde describía su proceso de retorno a la tradición.
Con la llegada del fascismo, como otros futuristas, colaboró con Benito Mussolini en proyectos faraónicos, pero acabada la Segunda Guerra Mundial, retornó de nuevo a la vanguardia cubista, otra vez en París.