Natalia Goncharova
Rusia, 1881–1962
Natalia Sergéyevna Goncharova fue una de las artistas más importantes de las vanguardias rusas pre-revolucionarias. Formó parte activa de los movimientos que trajeron el arte moderno al país, por no decir directamente que fue una de sus líderes.
Goncharova, biznieta por cierto de Alexander Pushkin, empezó a pintar a los 22 años inspirada por el folclore de su país y desde ese mismo momento lo convirtió en una de sus temáticas principales. Llevó los clásicos iconos y el arte popular ruso al siglo XX. Pero no pintó para nade de una forma tradicional, sino que adaptó perfectamente las tradiciones rusas a esas vanguardias que estaban volviendo patas arriba todo el arte como era conocido hasta entonces.
Es evidente en sus primeras piezas la influencia del futurismo ruso, que era igual de provocativo e innovador que el de sus homólogos italianos. En los años 10 se introduce de lleno en el grupo expresionista Der Blaue Reiter, del que formó parte activa.
En los años 20 se traslada a París y ahí vivirá hasta su muerte siempre pintando motivos rusos para los ballets de su compatriota Serguéi Diághilev, en carteles, todo tipo de materiales gráficos, y por supuesto cuadros de un interesantísimo valor artístico.