Robert Delaunay
Francia, 1885–1941
Pionero de la abstracción, Robert Delaunay fue también el máximo representante del orfismo, un cubismo menos estricto y más poético, con sus geometrías más circulares y sobre todo esos colores brillantes que parecen vibrar de sus cuadros.
Delaunay empezó su carrera artística como seguidor de Seurat. Ahí ya se empieza a ver su amor por el cromatismo, y más aún con la llegada del fauvismo, movimiento que Delaunay abraza. El cubismo por otro lado, también intriga al artista.
Es por ello que en este contexto de las primeras vanguardias el pintor francés se pone a investigar exhaustivamente las relaciones existentes entre forma y color. Nace así el orfismo o cubismo órfico bautizado así en 1913 por el poeta Guillaume Apollinaire al querer emparentarlo con Orfeo, el personaje de la mitología griega que representa la conjunción de música y poesía.
El orfismo exaltó el color puro como «forma y tema». y va sustituyendo gradualmente las imágenes de la naturaleza por formas lumínicas de color. Pese a todo, este movimiento es muy impreciso a la hora de clasificar y tiene más valor por su carga poética que por su valor crítico e histórico. Aunque desde luego fue una de las primeras manifestaciones del arte abstracto.
Sea como sea, Delaunay es considerado el principal artista de esta corriente y junto a su mujer Sonia Delaunay creó también el simultaneismo que ella se encargó de llevar al diseño industrial, la moda y las artes aplicadas. Juntos formaron el matrimonio simultáneo de las primeras vanguardias del París previo a la 1ª Guerra Mundial, un mundo loco lleno de gente que, cada uno a su manera, cambió de manera radical la historia del arte.