Mujer portuguesa
Los Delaunay vivieron una temporada en Portugal.
El matrimonio Delaunay se estableció en 1916 en Vila do Conde, pueblo cercano a Oporto y su estancia fue uno de los períodos más felices y fructíferos de la pareja. Tanto Robert como Sonia quedaron fascinados por esa luz portuguesa y mezclaron la abstracción, el cubismo y un uso excesivo del color para plasmar los mercados rurales del lugar.
Un color llevado al máximo nivel de saturación gracias a la mezcla de óleo y pintura encáustica, es decir, usando cera como aglutinante de los pigmentos, y consiguiendo efectos densos y cremosos.
La estancia en Portugal significó un periodo de gran creatividad para los Delaunay y además sirvió como forma de distanciarse de la I Guerra Mundial y al mismo tiempo descubrir una luz muy distinta a la francesa.
Ese país en el que, apenas llegamos, nos sentimos envueltos en una atmósfera de sueño, de lentitud […]. Formas, colores, mujeres que desaparecen entre montañas de calabazas, de legumbres, en los mercados hechizados por el sol.
Además el matrimonio contribuyó de forma determinante en el arte portugués al arropar a la Geração de Orpheu, introductores del modernismo en las artes y las letras en ese país con gente como el poeta Fernando Pessoa.