Orfismo
1911–1914
Guillaume Apollinaire bautiza en 1913 a esta tendencia colorista y abstracta del cubismo parisino que exalta ante todo el color y la luz. Lo hace en parte para distanciarse del frenesí futurista que estaba arrasando París y que él consideraba «una bobada».
El Orfismo viene de Orfeo, tan virtuoso con la lira que conectaba con el alma. El arte de esta gente pretendía precisamente eso: cuadros que vibraran en armonía y tono, como una composición musical.
Esto conecta con los postulados del arte abstracto, que se había inspirado en la música, y de hecho el orfismo es considerado una pre-abstracción, ya que la música, sino está acompañada de palabras, es absolutamente abstracta.
Prescindir de elementos figurativos y trabajar solo con color y luz, ese era la idea. De hecho, en las obras orfistas a veces no se sabe de qué se está hablando. A veces son formas indefinibles en las que el color es el único tema del cuadro, por lo que están incluidas en el eterno debate de cuál fue la primera obra abstracta.