Giorgio de Chirico
Italia, 1888–1978
Fundador de la scuola metafisica, Giorgio de Chirico es uno de los pintores que pretenden plasmar el mundo de lo irracional con objetos cotidianos en contextos poco habituales, consiguiendo un realidad ilógica, pero a la vez verosímil. Esta Pittura metafísica muestra sueños de plazas típicas de ciudades italianas muy idealizadas y todo tipo de objetos en ellas. Gracias a ella se considera a De Chirico una de las mayores influencias sobre el movimiento surrealista.
Giorgio de Chirico era de origen griego. Quizás por eso el arte clásico tuvo mucha influencia en él. Por razones económicas la familia emigra a Alemania y ahí se empapará del ambiente de principios de siglo: Freud, el expresionismo y Nietzche o Sopenhauer llamarán su atención y todos tendrán peso en su obra.
La leyenda dice que, como Munch, tuvo una visión mística en la Piazza Santa Croce que lo encaminaría hacia el mundo del arte. Entre 1909 y 1914 empezaría a pintar sus ambientes sombríos y abrumadores, con perspectivas hacia el infinito, habitadas por maniquíes y estatuas de la antigüedad clásica.
En la obra de Chirico hay edificios, esculturas clásicas, trenes y maniquíes que parecen habitar en espacios escénicos controlados, donde domina el silencio y la tranquilidad. El sol proyecta sombras en sus obras dotando a su pintura de una mayor irrealidad.
Tengamos en cuenta que en esos tiempos de guerra, este tipo de escenas daban un poético mensaje…