Johan Zoffany
Alemania, 1733–1810
Johan Joseph Zoffany nació cerca de Frankfurt, hijo de un ebanista y arquitecto en la corte del tercer príncipe de Thurn y Taxis. Comenzó muy joven su formación artística y siendo solo un adolescente se escapo de casa para estudiar pintura en Roma.
En 1760 llegó a Inglaterra y después de algunas dificultades comenzó a ganarse la vida pintando viñetas para un importante relojero de la época. Pero su empeño y su trabajo lo llevaron a ganarse el favor de la familia real británica, para quienes pinto obras que han pasado a la historia por su sorprendente y encantadora informalidad.
Fue miembro fundador de la Royal Academy, y gozó de gran popularidad por sus retratos teatrales de actores y actrices prominentes del momento. Además, fue considerado maestro (y prácticamente creador) del género «tema de conversación» (un retrato de grupo informal y relativamente pequeño que surgió en el siglo XVIII y se hizo muy popular en Gran Bretaña).
Posteriormente, a raíz de un encargo de la familia real para viajar a Italia y pintar la La Tribuna de los Uffizi, fue especialmente conocido por producir pinturas de grandes dimensiones, con un gran elenco de personajes y numerosas obras de arte que atestiguan el gusto enciclopédico del siglo de las luces.
Su vida fue fiel reflejo del espíritu ilustrado, ávido de conocimiento y aventuras. Aventuras, como su paso por diferentes cortes europeas o su estancia en la India, donde realizó pinturas que han llegado a considerarse las ilustraciones más vivas de la India colonial temprana, así como retratos a las autoridades coloniales más importantes del momento. En el viaje de regreso a Inglaterra, vivió incluso un naufragio frente a las islas Andaman, donde los supervivientes se vieron obligados a realizar un sorteo para comerse al perdedor. Finalmente pasó los últimos años de su vida de forma tranquila en Inglaterra.
Pese a la notable influencia de la que gozó en su tiempo, Zoffany no ha recibido mucha atención por parte de la historia del arte hasta hace relativamente poco tiempo. Atención sin duda merecida por este artista que nos legó un retrato (literal y metafórico) de su época y cuyas obras están cargadas de observaciones irónicas, alusiones atrevidas y dobles significados, que merecen una segunda lectura.