Julio Romero de Torres
España, 1874–1930
Julio Romero de Torres fue un pintor simbolista andaluz que vivió los años esplendorosos en lo cultural de la Generación del 98 y el modernismo. Su arte es una mezcla de folclore andaluz, cultura popular, poesía, artificiosidad, atmósferas evanescentes y una luz irreal que da la sensación de estar ante potentes alegorías. Y todo con un dibujo preciso. Se podría decir que Romero de Torres fue una especie de pre-rrafaelita español.
De familia de artistas, Julio Romero de Torres nació y creció rodeado de arte y música. Con 16 años ya pintaba como un pro. Eran tiempos (finales del XIX) de pintura regionalista y exhaltación de lo rural. Romero de Torres perfecciona sus paisajes, elementos que tendrán gran importancia en su producción posterior.
Viajará por Marruecos, Francia y Países Bajos. En todos los países descubre nuevos paisajes y nuevos artistas de los que se nutre. En Francia queda fascinado por el simbolismo de Puvis de Chavannes y del modernismo del catalán Ramón Casas… En Gran Bretaña le explota la cabeza con las obras de los pre-rrafaelitas. Al mismo tiempo en España entra en contacto con la flor y nata de la intelectualidad: colega de Valle-Inclán, los hermanos Machado, Pío Baroja, Jacinto Benavente… También de los pintores Zuloaga, Solana, Rusiñol, Anglada Camarasa… Es su época modernista.
Poco a poco su arte se va llenando de matices, pero no deja nunca sus raíces andaluzas, cada vez más evidentes. Modelos aflamencadas, gitanas, folclóricas, cantantes… También por supuesto toreros, algún fallo tenía que tener Romero de Torres.
Fue el gran pintor español de finales del XIX y principios del XX. Su fama nacional e internacional habla por sí sola y sobre todo sus cuadros, ricos en forma y contenido, con lecturas de lo más popular a lo más complejo.