Louis-Jean-François Lagrenée
Francia, 1725–1805
Louis-Jean-François Lagrenée fue un pintor rococó francés (solo hay que ver la imagen para darse cuenta), ganador de premios y certámenes,, director de Academias, museos e instituciones, pintor de cortes y palacios…
Lagrenée nació en París y de pequeño tuvo la suerte de asistir a una serie de cursos abiertos al público creados por la Real Academia Francesa. Tenía talento el chaval. Lagrenée se lució y fue seleccionado para participar en el Prix de Rome, premio que acabaría ganando sin problemas.
Estudiar en Roma era obligatorio para cualquier artista decente. Además como estudiante de la Academia Francesa en Roma, Lagrenée se lo tomó muy pero que muy en serio. Absorbió todo el barroco que pudo y se fue haciendo un nombre dentor del mundo del arte europeo. Hasta la emperatriz rusa se encaprichó de este nuevo talento.
Lagrenée trabajó diferentes géneros, entre ellos los temas religiosos, históricos y sobre todo mitológicos. Le molaban también las «temáticas ligeras» con colores «suaves». Si… Era el rococó que llegó con fuerza a Francia (y satélites políticos y culturales) para asentarse en cortes y palacios, hasta la médula misma de la Academia.
Lagrenée aceptó de buena gana el nuevo estilo (después de todo era lo más barroco del mundo) y elige para representarlo un cromatismo refinado y elegante.