Louis-Michel Van Loo
Francia, 1707–1771
Van Loo perteneció a una familia de origen holandés establecida en Francia que dio a grandes pintores durante varias generaciones. Se formó en los talleres que su padre abrió de forma consecutiva en Turín y Roma. Marchó a París para completar su formación e ingresó en la Academia Real. Vuelve a Roma para trabajar con su tío, también pintor. Pero regresa de nuevo a París, donde será elegido académico para impartir clases.
En 1737 fue llamado por el rey Felipe V de España y se convirtió en su pintor de cámara. En Madrid, aparte de los encargos reales, enseñará en la Academia de San Fernando, donde fue nombrado director en 1752.
Siempre se le ha etiquetado como retratista real, pero Louis-Michel Van Loo tiene una producción más variada: hizo temas mitológicos, composiciones de cartones para tapices, así como retratos de la aristocracia y de los políticos de la época.
Cuando sube al trono Fernando VI, Van Loo siguió contando con los favores de la corte, y fue designado primer pintor del rey.
En 1752, el artista, añorando su patria, vuelve a Francia y se convierte en pintor del rey Luis XV. Estuvo exponiendo de forma regular y con gran éxito en los Salones entre 1753 y 1769.
Tras una larga y reconocida carrera, murió en París el 20 de marzo de 1771. Dejó tras de sí una numerosa producción de retratos con un estilo caracterizado por la pomposa puesta en escena de sus modelos, enmarcando a los protagonistas en fondos arquitectónicos monumentales, rodeados por detalles suntuosos.