
Lovis Corinth
Alemania, 1858–1925
¿Se puede mezclar impresionismo y expresionismo en una misma obra? Claro que sí. Lo hacía de maravilla el alemán Lovis Corinth.
Miembro de la Secesión de Berlín, Corinth no era demasiado expresionista al principio, pero tras un derrame cerebral en 1911 su pintura se volvió más expresiva y poderosa, más vital, con una paleta brillante.
Corinth estudió arte en Múnich, que en la época era igual de importante y vanguardista que París. Su estilo en la época era bastante clásico, incluso cuando se incorporó a la Secesión de Múnich y después a la de Berlín en 1900.
En 1902 tenía 43 años, y como el arte no le daba para vivir, se vio obligado a enseñar. Abrió en Berlín una escuela de pintura para mujeresy escribió sobre historia y teoría del arte.
En diciembre de 1911 tuvo ese ataque y se quedó paralizado en su lado izquierdo. A partir de entonces sufrió cojera y temblores. Aprendió a pintar con la derecha y su estilo cambió. También sus temas, que pasaron de grandes epopeyas bíblicas y pinturas ambiciosas a pequeñas pinturas íntimas y cotidianas.
Como a veces pasa, tras su muerte, su obra fue muy valorada. En 1930 la Nationalgalerie adquirió muchas pinturas de Corinth, pero con la llegada de la basura nazi, Corinth se clasificó como degenerado y los hijos de la grandísima puta retiraron 295 de las obras de Corinth de colecciones pública.