Adoración del niño

Al pintor holandés Gerrit van Honthorst lo conocían en Italia como Gherardo delle Notti (Gerardo de las noches), posiblemente el nombre más cool de la historia. Este maravilloso apodo se debe a sus iluminaciones nocturnas, influenciadas claramente por Caravaggio a quien Gerrit conoció personalmente en Roma.

Caravaggio fue un terremoto. Su figura es tan influyente que no podemos concebir el arte posterior sin él y los barrocos flamencos y holandeses (y españoles y de todas las nacionalidades) chuparon su estilo como esponjas, aunque dulcificando un poco más las cosas, sin tanta sordidez de los bajos fondos.

Para muestra, esta pintura:

Gherardo delle Notti representa aquí el nacimiento de Jesús, y lo hace jugando a tope con las luces y las sombras, tanto de forma literal como simbólica. El niño JC emana una luz divina que ilumina los rostros de quienes lo rodean (la Virgen, su marido y dos ángeles) y a su alrededor vemos unas caras sonrientes que transmiten calma, amor y alegría, dándole a la escena un toque de magia y buen rollo, que es de lo que deberían ir estas fiestas.

Desde luego, en la historia de la pintura, pocas noches son tan acogedoras como la que vemos aquí.

Esperemos que sea así la vuestra.