
¡Ave Caesar! Morituri te salutant
Los que van a morir te saludan.
La fascinación que sentimos hacia la antigua Roma y cómo debían ser los combates de los gladiadores ya se daba mucho antes, por ejemplo en el siglo XIX.
Jean-Léon Gérôme, el perfecto artista academicista, estaba muy interesado en la historia, y se tomaba muy en serio las fuentes de consulta para sus obras. Como tantos otros, viajó a Italia y allí fue testigo de las excavaciones arqueológicas que se produjeron, pudo ver de primera mano las ruinas e importantes re descubrimientos de la Antigüedad Clásica.
Según el propio artista, esta obra es una de sus composiciones más logradas, de la que estaba muy orgulloso y presentó en el Salón de París en 1859.
El cuadro recoge el título de un episodio de la Vida de los Césares de Suetonio (del siglo II d. C.). Según los textos, era el saludo que daban los esclavos y prisioneros, los obligados a convertirse en gladiadores hacia el emperador. Dentro de la arena, a punto de combatir y enfrentarse a una muerte casi segura, alzaban sus lanzas y escudos y decían: Ave Caesar Morituri te Salutant,
frente al emperador, lo que vendría a significar, textualmente: «Aquellos que van a morir te saludan».
No sabemos con total seguridad si esto se daba realmente, pudo ser una invención de Suetonio para dar un carácter más épico y trágico a sus historias, pero a Gérôme debió gustarle la idea, y aunque le preocupaba mucho el rigor histórico, por desconocimiento o licencia artística introdujo algún que otro bulo histórico como en Pollice verso.
Pese a todo ello, sus composiciones de la Antigua Roma son absolutamente icónicas, y han inspirado a grandes producciones cinematográficas como por ejemplo Gladiator (Ridley Scott, 2000).
Jean-Léon Gerôme