Bañista
Espiando el baño.
Otra de las muchas bañistas que realizó el impresionista sueco Anders Zorn. A Zorn le gustaba más un desnudo femenino que a un tonto un lápiz, por lo que a lo largo de su carrera artística abundan ejemplos de este género, y sobre todo el subgénero de bañistas, pues además de un buen desnudo, al parecer a Zorn también le debía gustar el agua, o quizás más bien los reflejos de la luz incidiendo sobre ella y haciendo esa alquimia que tanto fascinó a los impresionistas de que la luz se convirtiera en color y viceversa.
El de las bañistas es un tema muy utilizado a lo largo de la historia del arte, desde una óptica más clásica como Durero hasta una mucho más experimental, como Cezanne. Y hubo artistas que realmente amaron esta temática (Courbet, Renoir, y desde luego Zorn).
En este ejemplo, Zorn coloca ramas en primer plano para amplificar esa sensación de furtivismo, de voyeurismo, otro concepto muy ligado al arte. Después de todo la pintura se basa en ver, y observar a otros en su intimidad es una parafilia que no poco gente comparte, ya sea por motivos sexuales o estéticos.
No queda claro el motivo de las ingentes cantidades de obras que pintó Zorn de mujeres bañándose en pelotas. Pero que cada uno/a busque la razón para observar obnubilado pinturas como esta.