Diana saliendo del baño
Erotismo y mitología en la Francia rococó.
La diosa Diana (diosa de la caza, ahí tiene el arco y las flechas, además de sus trofeos y dos sabuesos) aprovecha para darse un bañito con una ninfa. El mismísimo Júpiter le había regalado las armas y la hizo reina de los bosques. Además le dio como comitiva un numeroso grupo de hermosas ninfas vírgenes con quienes se dedicaba a cazar.
Aquí Boucher aprovecha para plasmar a la Diosa y uno de los miembros de su séquito desnudas, mostrándonos a voyeurs como nosotros la desnudez de una diosa, como si estuviéramos espiando tras unos arbustos.
La diosa lleva otro de sus atributos: la media luna en la cabeza, pero no queda muy claro cuál es el argumento de la escena… ¿Porqué la ninfa está mirando la pierna de Diana…? ¿Está la diosa escondiendo ese collar de perlas…? Poco importa. Lo que Boucher en realidad quería enseñarnos son esas carnes nacaradas, tan del gusto rococó, estilo que arrasaban en la libertina Francia de la época.
Imaginaos a unos tios empolvados con pelucas persiguiendo a nobles con lencería de encajes por los pasillos del palacio llenos de cuadros como este y os haréis una idea del arte que gustaba en esos años pre-guillotina.
Y por supuesto Bocheur, bajo el mecenazgo de la marquesa de Pompadour, se haría rico y famoso vendiendo montones de obras como esta pintura, con tono y vestuarios ligeros.