Byôtaichû Setsuei y Shôsharan Bokushun
Los héroes del Suikoden fueron los “Robin Hood” japoneses.
No sería el primero en representar a estos héroes —el honor es nada menos que de Hokusai-– pero si quien realmente los popularizó y definió su reconocible estética. Kuniyoshi les convirtió en impresionantes catálogos de diseños de tatuajes.
La escena en cuestión representa el enfrentamiento entre Byôtaichû Setsuei, un vendedor de medicinas ambulante, y el líder de la villa en la que se sitúa el enfrentamiento, Shôsharan Bokushun.
Setsuei llega a la villa para vender sus productos, pero no lo consiguió. Uno de los habitantes, Kôhôgi Sôkô decidió ayudarle dándole dinero para comer. Pero las normas de la villa prohibían ayudar a cualquier forastero que llegara a la misma de otro modo que no fuera adquiriendo los productos que vendía. Cuando el líder de la villa se enteró de este «delito», se enfrentó a Sôkô, enzarzándose ambos en una pelea. Setsuei al verlo, intervino ayudando a Sôkô —qué menos, la disputa había comenzado por su culpa— enfrentándose él mismo al líder Bokushun.
Este es el momento que vemos reflejado en la estampa. Finalmente vencieron al «alcalde», y tanto Setsuei como Sôkô emprenderían un nuevo camino juntos, uniéndose a la banda de los Ryôsanpaku, junto a otros forajidos como ellos.
El personaje que vemos en segundo plano, de frente, es el líder Bokushun. A quien agarra del pelo, en primer plano y de espaldas, es Setsuei. Gracias a aparecer representado únicamente con esa especie de fundoshi o calzón japonés, podemos observar su cuerpo tatuado casi completamente. De su bodysuit de tatuajes, vemos que destaca en la composición el gran dragón de la espalda, bajo el diseño de las arquitecturas en la zona de sus hombros. El dragón, a diferencia del concepto occidental que tenemos de este, es un ser bondadoso, portador y proporcionador de buena fortuna, y símbolo de sabiduría. Pero a su vez, es fiero e intimidante en su faceta como guardián protector de Buda. El resto del diseño se compone de espirales y ondas que representan el viento y las nubes. Sin embargo, también aparece un río junto a las arquitecturas emanando de la boca del dragón, pues eran considerados sobre todo seres acuáticos.
El Suikoden —Shu-hu chuan-– es originalmente una novela china del siglo XII aproximadamente, en la cual solo cuatro de sus personajes aparecen descritos como hombres tatuados. Sin embargo, la configuración del imaginario del tatuaje japonés beberá en buena medida de estos diseños que Kuniyoshi crea, siendo ejemplos para tatuajes reales aún a día de hoy. Esto nos habla de un estrecho vínculo entre los maestros grabadores japoneses y los primeros tatuadores.