Cabeza de medusa
Esta mujer pulpo quizás represente los miedos de Dalí ante la mujer.
Muy diferente a la medusa de Caravaggio, esta de Dalí es representada como un pulpo, con las extremidades extendidas y el rostro difuminado en su cuerpo. Un monstruo terrorífico realizado en una de sus obras casi automáticas.
Probablemente no le llevó ni 5 minutos hacer esta acuarela.
De las Gorgonas, Esteno, Euriale y Medusa, esta última fue la más famosa. Su cabeza estaba llena de serpientes y tenía el poder de convertir en piedra a quien la mirase.
Según muchos historiadores freudianos (sexo-mamá-caca-miedo), Medusa simboliza el terror masculino a la mujer y al lado oscuro de la feminidad, con esas serpientes fálicas y erectas. ¿Qué madre no se convierte en monstruo al enfadarse ante los ojos de un niño…?
Para un surrealista como Dalí, asumimos que Medusa tendría esas connotaciones freudianas. El siempre niño Salvadorcito (que por cierto odiaba a los niños ya que los veía como competencia) adoraba a su mamá, pero como surrealista exploró esas pulsiones, como la famosa anécdota en la que escribió: «En ocasiones, escupo en el retrato de mi madre para entretenerme». Ultrajado, su padre lo desheredó y le prohibió regresar jamás a Cadaqués. Posteriormente, Dalí le envió a su padre un preservativo usado conteniendo su propio esperma, con las palabras: «Toma. ¡Ya no te debo nada!».