Chico bebiendo
El simple acto de beber un vaso de vino sirve de inspiración al pintor barroco.
En 1583, los únicos que podían pagar un cuadro en Italia eran los poderosos. Los artistas como Carracci trabajaban por encargo y pintaban los típicos temas: religión, mitología y retratos.
Así que pintar a un chaval anónimo como protagonista de este cuadro fue bastante inaudito. Además no hay moralejas, ni historia, ni contenido. Es sólo un tío bebiendo, y por cierto, con la camisa manchada de vino.
El colega/rival contemporáneo de Carracci, el gran Caravaggio (ver su relación aquí) pintaba también a gente de los bajos fondos, pero los disfrazaba de santos y vírgenes… no los pintaba como lo que eran.
En cambio aquí Carracci pinta a un chaval acabando su copa de vino porque le gustaba pintar y punto.