Retrato de Charles Allston Collins muerto
Retrato de un cadáver.
El pelirrojo que veis en la imagen es Charles Allston Collins, uno de los prerrafaelitas. Esposo de la hija de Dickens, amigo íntimo de Hunt y Millais y, además de escritor, muy notable artista. Hasta el mismísimo crítico John Ruskin elogió el trabajo de Collins por «su meticulosa atención a los detalles botánicos».
Por cierto… el pelirrojo que veis en la imagen está muerto. Es el retrato que le hizo Hunt de cuerpo presente. Es el retrato de un cadáver.
Collins siempre tuvo una salud deplorable, pero fue un cáncer de estómago el que acabó con su vida con 45 años, y su colega, el siempre intenso Hunt, quiso inmortalizarlo como se merecía.
Cuando Hunt escuchó la noticia del fallecimiento de Collins, se apresuró a llegar a su lecho de muerte para dibujarlo, y como podemos ver, lo dejó bastante guapo, teniendo en cuenta el sufrimiento que había padecido en sus últimos meses.
Hunt acompañó el dibujo con un texto del propio Collins, perteneciente a A New Sentimental Journey (1859), su primer trabajo publicado después de dejar la pintura. El texto sirve de perfecto epitafio para Collins.
En cualquier caso, es un pensamiento agradable; porque seguramente de todos los ingredientes en el horror que inspira la muerte, no hay uno que tenga una mayor participación para hacerlo terrible que el amargo pensamiento de que estamos olvidados.
Piensa en esto a veces; y ve, una vez, de vez en cuando, junto a su tumba. No saldrás peor.