Comienza un nuevo día
Bodegón postmoderno.
Lo sé. Estás pensando ¡qué coño es esto! Te lo digo. Una maravillosa creación de los maravillosos Fischli & Weiss quienes consiguen lo que parecía imposible: hacer una nueva versión de la clásica Naturaleza Muerta. Esta idea es la que subyace en la serie fotográfica Equilibrios (Una tarde tranquila) de la que ésta, Comienza un nuevo día, es un buen ejemplo.
Estos artistas son unos artistas en coger cosas cotidianas y sacarlas de quicio: el ocio aparente, la productividad excesiva o el aburrimiento existencial. Para hacer estas imágenes, Fischli & Weiss apilaron objetos cotidianos (cubiertos, botellas, zapatos, alimentos) en poses absurdas, desafiantes a la gravedad y que apenas duraban lo justito para ser fotografiadas. Suficiente.
Esto que parece un sin sentido, un esto lo hago yo en una tarde de lluvia, recoge, con cuatro cosas, grandes temas del arte contemporáneo: la resignificación de los objetos, la sensación del colapso inminente, la incertidumbre como única certeza y, sobre todo, las infinitas posibilidades que esto supone.
Una de las cuestiones que nos plantean Fischli & Weiss surge al descubrir que los objetos que aparecen es en esta serie no son ready mades, no son objetos encontrados, sino creados por ellos mismos, en su estudio pero, cuando estas piezas son expuestas en el museo o galería, no podemos ver la diferencia entre lo real y simulado.
El gran teórico del arte Boris Groys, en su ensayo Sobre lo nuevo, destaca la obra de Fischli & Weiss como ejemplo de su planteamiento acerca de que la novedad en el arte contemporáneo no se relaciona con una progresión histórica, como sucedía en el arte moderno, sino con el ir y venir constante entre lo coleccionable y lo no-coleccionable. Grandes cuestiones a base de botellas y tenedores.