Huérfana en el cementerio
Para el poeta Baudelaire; "'Huérfana en el cementerio' es un terrible himno compuesto de fatalidad y de dolor irreparable".
Este famoso cuadro del romántico Delacroix, es un estudio para una de sus obras maestras: “La matanza de Quíos”, un colosal lienzo que denuncia la masacre cometida por los turcos contra la población griega de la isla de Quíos en 1822.
Y aunque sea solamente un estudio, es tal la perfección con que está realizado, que casi supera al definitivo.
La intensa mirada de la niña huérfana se dirige a la derecha, fuera del marco, y transmite tristeza. La chica parece que se va a echar a llorar en cualquier momento, por esos los ojos humedecidos. La boca entreabierta, esa mano sobre su regazo, el blanco de la camisa que evoca inocencia nos hace empatizar con sus sufrimiento y el de su pueblo, y temer por su destino, que ya sabemos que no fue del todo bueno. La huérfana es una figura vulnerable.
De ahí que se vea de fondo, aunque bastante abocetado, un cementerio lleno de lápidas.
Los románticos, de los que Delacroix era un referente, querían representar las pasiones y los sentimientos humanos, y aquí desde luego el artista lo consigue.
Para el poeta Baudelaire; “esta pintura es un terrible himno compuesto de fatalidad y de dolor irreparable”.