Medea Furiosa
Visión de Delacroix del crimen de Medea.
Medea fue una hechicera de la antigua Grecia.
La mujer se acabó enamorando del héroe Jasón y hasta le ayudó a conseguir el vellocino de oro (una piel de carnero de oro que muerto se convirtió en la constelación de Aries). Por ello Jasón se casó con ella.
Pero todos sabemos que en la mitología griega los cuernos eran el pan de cada día, así que Jasón terminó engañandola con la hija del rey de Corinto y le pidió el divorcio a Medea.
La hechicera, muy cabreada, le envió de regalo de bodas a la futura novia un vestido muy bonito, pero envenenado. Nada más tocar su piel, la chica cayó muerta. Y para vengarse de Jasón, mató a los dos hijos que tuvo con él.
Delacroix, romántico hasta las cachas, quiso plasmar este trágico suceso que hoy acapararía las portadas de la prensa amarilla. Pura emoción dasatada.
Los hijos de Jasón y Medea intentan escapar de los brazos de su enloquecida madre, que mira hacia el exterior de su cueva mientras prepara el cuchillo. Su rostro en sombras y la tela roja ilustran perfectamente el terrible crimen que va a cometer.