Desfile del Club Deportivo Dynamo, Moscú
Rodchenko no es un poser del arte proletario.
Se dice que en 1923, ya casi totalmente desinteresado por la pintura, Rodchenko empieza a experimentar con la fotografía tratando de dar con nuevos métodos con los que expandir su ideal constructivista, medio con el que ya había interactuado poco antes en el proceso de creación de sus icónicos collages propagandísticos.
Rodchenko queda entonces prendado por un medio que no solo le permitirá tomar imágenes extraordinariamente realistas sino que además era semejante a la producción mecánica, fruto de la ingeniería. Rodchenko concebía la cámara fotográfica como el artefacto de creación de arte obrero definitivo.
Así Rodchenko demostró rápidamente su desmesurado talento en el manejo de la cámara fotográfica y en 1928 participa en la exitosa exposición “Diez años de fotografía soviética” junto a otros camaradas constructivistas. En esta exposición Rodchenko muestra fotografías hechas durante los años en los que no tuvo miedo de experimentar con los más inusuales enfoques, composiciones o técnicas.
Desafortunadamente para Rodchenko la muerte de Lenin en 1924 precipitó la toma de poder de Stalin al frente de la Unión Soviética y con él acabaron llegando también drásticos cambios en la manera de entender el ideal de arte soviético.
Rodchenko no es capaz de amoldarse a los nuevos estándares de lo que se conocerá como Realismo Soviético y tras números broncas con las facciones pro estalinistas que lo criticaban por su supuesto “esteticismo extranjero” funda en 1930 el grupo Oktyabr (Octubre) de corte profundamente constructivista y crítico con lo que el consideraba “proletarianismo de postín”. A Rodchenko como era un artistazo no le gustaban los posers…
Solo un año después nace como contraposición a la sociedad constructivista Oktyabr, y apoyada por el estado estalinista, la ROPF (Sociedad Rusa de Fotógrafos Proletarios).
De este modo Rodchenko se ve obligado a hacer pervivir su gusto estético e ingenio sumergido en un sistema que no le permite ningún tipo de transgresiones contra la ortodoxia institucionalizada. La escuela donde Rodchenko imparte clases es finalmente clausurada y el fotógrafo y su esposa, la artista también constructivista Stepanova,, son brutalmente amenazados por el régimen estalinista de la URSS por no seguir los dictámenes del ideal de estética soviética.
Rodchenko sobrevivirá desde ese momento trabajando como fotorreportero y editor ahora afín al régimen para la revista “URSS en construcción” tomando fotografías de desfiles, eventos deportivos, construcciones monumentales y otros logros que el sistema soviético pretendía promocionar.
Paradójicamente esta fotografía donde podemos ver desfilando a las miles de personas que forman el mítico Club Deportivo Dynamo de Moscú, como si de hormigas se tratase, también constituye un claro ejemplo de fotografía donde Rodchenko deja volar su ingenio más constructivista. Claro que fue hecha durante esos años en los que el régimen de Stalin tenía mejores cosas que hacer que meterse con el gusto personal de la gente…
En ella observamos esa voluntad tan natural y característicamente suya de buscar maniáticamente la línea recta, las composiciones simétricas y la eliminación total del individualismo de los personajes; sin renunciar a su sentido innato de la estética y el orden. Al final se salió con la suya y es uno de los fotógrafos rusos más reconocidos de todos los tiempos…