Desnudo con collar de coral
Macke pudo llegar a ser de los más grandes.
August Macke fue una de las primeras bajas de la I guerra mundial. Antes era un prometedor artista, pero vio truncada su carrera por esta carnicería sin sentido. Fue él quien quiso alistarse, llevado por un espíritu de heroísmo juvenil. En la misma contienda fallecería su colega Franz Marc, miembro también del grupo conocido como Der Baue Reiter (El Jinete Azul).
Macke y el resto del grupo fueron los artistas encargados de transformar el expresionismo en algo bello, contaminándolo un poco del fauvismo y cubismo que Macke había conocido en París.
El pintor pintó a los 23 años a esta modelo desnuda, vestida únicamente con un collar de coral, y demuestra que si llega a vivir unos años más (murió a los 27) sería hoy en día uno de los artistas más importantes de la primera mitad del siglo XX. Su obra posterior (sobre todo la más cercana a su final) da cada vez más valor a esta teoría.
Como vemos aquí, la luz y el color que moldean la figura tienen un papel protagonista en la obra. La modelo apenas tiene cara, pero está viva, parece estar respirando. Ese cromatismo típico del pintor es el ejemplo perfecto de que se puede conseguir muchísimo con una pintura simple, que se puede captar la esencia de cualquier cosa, aunque se haga de forma imprecisa.