Los juguetes del pequeño Walter
Los juguetes de su hijo Walter sirven de inspiración a August Macke para crear este pequeño y exquisito cuadro.
August Macke era una esponja que integró en su arte las vanguardias europeas de su época. Miembro de honor del grupo expresionista Der Blaue Reiter, trabajó en uno de los momentos de mayor efervescencia del arte alemán.
Macke cultivó todo tipo de temáticas y géneros. En este caso nos presenta un delicioso bodegón con los juguetes de su hijo Walter, que coloca sobre una mesa junto a una planta. Con un punto de vista elevado, Macke retrata a dos peluches, dos bolas y una matrioshka, una de esas muñecas rusas que contienen a su vez otras muñecas rusas en su interior.
Destacan en su obra los colores vivos y ese lirismo que vemos claramente en estos evocadores juguetes que transmiten ternura y que casi retratan a su hijo, o al menos el amor que sentía por él.
Macke murió dos años después de pintar este cuadro. Tenía 27 años y fue una de las primeras víctimas de la I Guerra Mundial, que se llevó por delante las vidas de tantos artistas de su generación.
Su amigo y “socio” Franz Marc (también muerto poco después que Macke en la contienda) ya dijo de él: “De todos nosotros fue el que dio al color los tonos más radiantes y puros, con la claridad y luminosidad de su manera de ser”.