Diógenes con la linterna
Buscando gente honesta.
Diógenes de Sinope fue ese simpático filósofo de la escuela cínica que deambulaba por la plaza del mercado de Atenas a plena luz del día con una linterna en llamas para buscar a «una persona honesta». Ya hablamos de él en un mítico texto guionizado de HA! (uno de los más plagiados por gentes a los que les encanta nuestra propiedad intelectual… tanto que les ponen su nombre a nuestros textos).
En fín… es así como lo representa Jordaens, linterna en mano, semi-desnudo y sonriente, pero en este caso convierte la Antigua Grecia en un mercado agrícola flamenco contemporáneo —un rasgo muy típico del arte Barroco—. Vemos entonces una escena llenísima de personas, animales y cosas del siglo XVII, formando un totum revolutum, un horror vacui barroco y flamenco en el que Jordaens parece que quiere mostrar de forma casi caricaturesca las burlas al filósofo. La gente se ríe, los bebés se ríen… hasta parece que las vacas, los perros y los caballos se ríen también. Aunque parece que todo el mundo mira al espectador, Diógenes incluido, por lo que no podemos más que preguntarnos si las burlas son hacia el que está mirando el cuadro —otro jueguecito barroco—.
¿No estará buscando Diógenes entre nosotros? Hablando de cínicos… quizás tiene un poco de cinismo el cuadro, ¿no?