Domingo en la Grande Jatte
Un soleado domingo en el París de finales del XIX.
No. Vuestra pantalla no está pixelada…
Se llama puntillismo (o neo-impresionismo) y lo inventó Seurat en el sigo XIX. Consistía en aplicar el color sobre el lienzo mediante diminutas pinceladas de colores puros, las cuales es el espectador el encargado de mezclar en su retina. Si por ejemplo ponemos un puntito azul y otro amarillo, nuestro ojo lo convertirá en verde…
Con esta novedosa y científica técnica, Seurat nos muestra un domingo cualquiera en la isla de la Grande Jatte (en el Sena… En París…) abarrotada de pintoresca gente de la belle epoque descansando, jugando, pescando, navegando o paseando. Aunque, hay que decirlo, son numerosos los historiadores que sólo ven ahí prostitutas y clientes, dadas ciertas simbologías…
El caso es que este artista da un paso más desde el impresionismo para mostrar el París moderno de la época y un trasmitirnos ese remanso de paz en un domingo soleado. Todo mediante el uso creativo de la ciencia, que muchos pintores de la época criticaron por su «frialdad».
Dos años tardó en pintar esta enorme obra maestra de 3 metros. Poco después el pintor moriría de difteria con sólo 31 años.