El elegido
Misterioso rito de iniciación.
El elegido muestra una especie de ritual pagano, un misterioso rito de iniciación en la naturaleza en el que aparecen seis figuras angelicales que flotan en el aire y portan flores. Los ángeles rodean a un niño desnudo y de cuclillas que mira hacia arriba y se sitúa ante un arbusto también desnudo. Un paisaje de fondo apenas abocetado da el toque onírico a esa extraña danza.
Podríamos interpretar la pintura de miles de maneras. Si algo caracteriza al movimiento simbolista es su subjetividad. Quizás Hodler quiso que estas seis mujeres aladas representaran a las portadoras de la vida (simbolizada por las flores) y se disponen a pasar esa vida al niño, a esa planta del centro. Él es el elegido por las fuerzas de la naturaleza.
Hodler presenta esta escena simbolista haciendo uso de una marcada simetría que crea un ritmo casi arquitectónico con el monumentalismo que el artista mostró en muchas de sus obras, pero sin perder una pizca de organicidad.
Mezclando lo cristiano y lo pagano el pintor consigue ese misticismo tan del gusto del movimiento que revolucionó la Europa de finales del siglo XIX y que prepararía el terreno para el nacimiento de las vanguardias artísticas.