El enigma de Guillermo Tell
Dalí se llegó a obsesionar con este personaje.
Guillermo Tell fue un excelente ballestero que pasaba por la plaza mayor de Altdorf acompañado por su hijo. Cuando rehusó inclinarse en señal de respeto ante un sombrero que simbolizaba al tirano, fue detenido y obligado por el malvado gobernador Gessler a disparar su ballesta contra una manzana colocada sobre la cabeza de su hijo.
Si Tell acertaba, sería liberado. Si no, condenado a muerte. Tell introdujo dos flechas en la ballesta, apuntó y consiguió acertar en la manzana sin herir a su hijo. Cuando Gessler preguntó el porqué de una segunda flecha, Guillermo le contestó que era para su corazón en caso de fallar.
Dalí hizo unas cuantas obras de arte basadas en el legendario personaje suizo. Haciendo una lectura psicoanalítica, al parecer Guillermo Tell encarnaría a su autoritario padre, un tipo con superpoderes dispuesto a devorar a su prole. Además aquí, la figura tiene el rostro de Lenin, otra especie de figura paterna para los surrealistas.
Esto le valió una reprimenda por parte de Breton y los otros surrealistas mojigatos. ¡Lenin con el culo al aire! ¡Y encima un culo deformado…!
Cuando se expuso el cuadro, Breton intentó rasgarlo, pero El enigma de Guillermo Tell estaba colgado demasiado alto y el líder surrealista no pudo destuirlo… Mejor para nosotros.