El imperio de la luz
Noche y día.
Entre 1949 y 1964, Magritte pintó un total de diecisiete versiones al óleo y diez en gouache, toda bajo el mismo título L’Empire des Lumières, el titulo fue dado por Paul Nougé, amigo de Magritte y líder del grupo surrealista belga.
En la obra somos testigos de una extraña visión: en la parte superior vemos un brillante cielo azul con esponjosas nubes blancas que evocan el día. Mientras que en la parte inferior observamos que la oscuridad de la noche se ha apoderado de la calle. Solo la luz que sale de la ventana y la farola (detalle que se encuentra en común con todas las versiones) evita sumir en la oscuridad la escena.
El día y la noche se mezclan de forma armoniosa, resultando así un efecto de dualidad inquietante entre la vigilia y el sueño.
El propio Magritte comento que se encontraba tentando con la idea que la noche y el día coexistieran juntos, y que fueran solo uno. Decía que era razonable, dado que de acuerdo con nuestro conocimiento, en el mundo la noche siempre existe a la misma hora que el día, así como la tristeza existe en algunas personas al mismo tiempo que la felicidad en otras [1].
Así mismo también comentaba que la inspiración para esta obra no partía solamente de una idea, dado que él aseguraba en entrevistas que todas las ideas no son «ideas para pintar», sino que en este caso era «poesía», dado que el hecho de evocar al día y la noche tiene el poder de generar sorpresa y encanto al espectador, y ese poder es «poético», porque logra provocar sensaciones [2].