Castillo de los Pirineos
Un paisaje surrealista con una gravedad particular.
Una roca flotando sobre el océano…
La piedra es ligera dentro de su condición pesada… es otra de las clásicas contradicciones que tanto le gustaban al surrealista belga, siempre dándole vueltas a imágenes y conceptos imposibles, sintuándonos en un lugar entre lo real y lo irreal.
Magritte no se cansa nunca de indagar en el misterio de las cosas. Alterando un poco reglas inmutables del pensamiento occidental (como en este caso las leyes de la gravedad), creó obras que captan la poesía del universo, iconos enigmáticos que ponen delante de nuestras narices las paradojas y ambigüedades inherentes a nuestros sentidos.
Nos podemos preguntar por qué está flotando esa colosal roca, y lo más lógico es deducir que la gravedad no le afecta. Pero si esto es así, nos tenemos que preguntar cuál es el objetivo de la gravedad y sabiendo esto, a lo mejor es más lógico que flote un objeto que que exista una poderosa fuerza invisible que todo lo atrae sin motivo aparente.
Sea como sea, el título del cuadro viene de la expresión francesa faire des châteaux en Espagne, que equivaldría a construir castillos en el aire. Es decir, una idea imposible de alcanzar.