El secreto
Mimetización académica.
Esta obra de la artista académica Elizabeth Jane Gardner puede recordarnos un poco al estilo almidonado de William-Adolphe Bouguereau, hasta el punto de que la obra de uno y la otra son muchas veces confundidas. Ella misma lo reconoció: Sé que me censuran por no afirmar con más audacia mi individualidad, pero prefiero ser conocida como la mejor imitadora de Bouguereau que no ser nadie.
Y es que Elizabeth y William se casaron en 1896, formando uno de los equipos pictóricos más potentes de la Francia académica. Por supuesto, la obra de él es hoy más recordada (sea cual sea el motivo), pero la pintura de Elizabeth Jane Gardner es igual de interesante.
Tengamos en cuenta que Gardner fue nada menos que la primera mujer pintora en recibir una medalla de oro en el patriarcal Salón de París, y eso que hasta 1897 no se levantaría la prohibición de mujeres en la «École des Beaux-Arts». Como su paisana Rosa Bonheur, solicitó a la policía un permiso para vestirse como un hombre para poder asistir a las clases de «Manufacture nationale des Gobelins» y pudo labrarse una carrera.
Gardner era estadounidense, pero su pasión por el arte la llevó a Francia, y con tesón, esfuerzo y mucho talento pudo abrirse paso entre la plantación de nabos que era la pintura francesa del XIX. En la Académie Julian conoció a Bouguereau y tras años de noviazgo se casaron.
Gardner mimetizó su estilo con el de su marido, a contracorriente del Impresionismo que aparecía en el país galo en esos años. Con ese estilo académico se ganó a las instituciones parisinas e internacionales, consiguiendo exponer por todo el mundo con obras tan deliciosas como este Secreto, donde vemos a dos jóvenes campesinas descalzas. Una susurra a la otra algo al oído. Tiene un papel en la mano. Quizás sea una carta de algún amor secreto.