El sueño de la granada
Una bonita alucinación.
Descubrir a Gustav Klimt causó en el pintor italiano Felice Casorati una profunda impresión. Desde entonces se pueden rastrear las influencias del modernista vienés en la obra del italiano. Fijaos en este ejemplo en el que podéis clicar, que con toda seguridad debió servir a Casorati de guía para sus futuras obras de arte como es el caso de esta, un cuadro casi onírico
Lo que vemos aquí es a una mujer durmiendo en un campo entre miles de flores, con abundancia también de uvas. Una utopía en comunión con la naturaleza, casi una experiencia lisérgica… Es fácil entender porqué a los hippies les encantaban las obras de Art Nouveau, con sus formas orgánicas y sus extraordinarios coloridos, sus patrones psicodélicos.
Es verdad que Casorati es demasiado académico para ser vanguardista, y también demasiado moderno para ser un clásico. Se queda en una extraña tierra de nadie, impregnada además de esa irrealidad de sus obras, caracterizadas por extraños puntos de vista y perspectivas inusuales que casi casi lo conectan con la pintura metafísica de su país.
O composiciones como esta, que rozan lo claustrofóbico. Un mareo. No sabemos cómo puede respirar esta mujer entre el perfume de tantas flores… No debe tener alergias. Quizás el cuadro sea un sueño… o una bonita alucinación.