El temerario remolcado a dique seco
En 2005 este cuadro fue elegido por los británicos como su obra nacional más importante.
Estamos ante una de las obras más importantes de J. M. W. Turner según sus compatriotas, casi 200 años después de su creación, y según el propio artista.
Efectivamente, esta obra es la perfecta pintura romántica por varios motivos, pero sobre todo por su enorme carga simbólica. Turner nos habla con este viejo barco a punto de retirarse sobre el paso del tiempo y sobre que toda época de gloria llega a su fin, dejando paso a las nuevas generaciones.
En el cuadro vemos al barco “El temerario” (por su nombre ya suponemos que vivió tiempos de gloria) remolcado hacia un dique para ser desguazado. Es arrastrado hacia su muerte, y además lo hace un barco de vapor, menos bonito, pero más funcional, acorde a los tiempos industriales que se estaban viviendo en la época.
Al fondo el sol en su ocaso amplifica esa atmósfera crepuscular. Turner usa para ello sus característicos amarillos, rojos y azules, en sus diferentes e infinitas variaciones.
Muchos quieren ver en la obra una reflexión sobre la propia vejez del autor (tenía más de 60 años), y es una teoría de lo más lógica sabiendo el cariño que le tenía el artista, que incluso llamaba al cuadro “My Darling”.